Sentir la soledad, que no estar sola

¿Qué ves?

Observando esta fotografía, podríamos hablar de soledad, si eres de las personas que ven el vaso medio vacío, o de vida, si en cambio casi siempre lo ves medio lleno, o incluso de belleza, o de muerte también. La verdad es que la primera opción que os he escrito es la primera que me ha sugerido la imagen, así que pensaréis que soy una pesimista en potencia, pero nada más lejos de la realidad.

Soledad voluntaria

Soy optimista por naturaleza, pero vengo a reivindicar con este post una palabra que no está muy bien vista socialmente, y que a mi parecer se le da frecuentemente una connotación negativa. Igual por eso soy considerada bicho raro, pero al igual que hay gente que no puede estar ni un segundo sola, yo necesito mis momentos diarios de soledad, estar sola físicamente, que no sentirme sola

El momento de estar conmigo misma y conectar con mi interior es imprescindible y vital para mí; escucharme y reflexionar con mi propio yo. Por eso, cuando por trabajo tengo que ir por ejemplo varios días de colonias o convivencias con los críos, dónde lo que prima es la organización, horarios, rutinas y demás que ya sabéis, pero siempre acompañada, ya sea de alumnos o profes, echo en falta esos momentos de separarme de todo y de todos, y dedicarme unos minutos a mí, a pensar sólo en mí y nada más que en mí, sentir esa soledad, que para mí se traduce en paz y armonía conmigo misma. La necesito como el que necesita un café por la mañana para ser persona antes de empezar a trabajar (ahí también soy bicho raro, porque no lo necesito). 

La RAE define soledad como la carencia voluntaria o involuntaria de compañía. Pues en mi caso, ya digo es totalmente voluntaria y necesaria.

Relaciones virtuales y emociones

Y relacionado con el tema, ¿por qué actualmente nos gusta tanto tener contactos y relaciones de todo tipo vía Facebook, Twitter o Instagram, desconectando así de la realidad? Si os dais cuenta, preferimos estar con nuestro móvil antes que quedar con muchas de esas personas físicamente, ¿por qué? Y ahora ya voy más allá y a lo que me interesa, ¿dónde quedan las emociones en este tipo de relaciones virtuales? No tengo la experiencia suficiente para contestar a esta pregunta, pero pienso en las muchas confusiones que se han dado en conversaciones que he tenido mediante WhatsApp alguna vez, (los emoticonos no son suficientes aún para expresar el tono de lo que se dice), y creo que al receptor no le llega la parte emotiva del mensaje al 100%, ni siquiera al 60%. 

Al principio de este post he comentado que la soledad no está bien vista socialmente, pero qué ironía, ¿verdad? Vivimos en una sociedad, entre otras muchas cosas, hipócrita a más no poder, pero de este tema me ocuparé en otro momento.
La soledad y los niños

La soledad que está sintiendo esta bella flor entre todas las marchitas de su alrededor puede llevar a diferentes opiniones según se mire. Si le preguntásemos a un niño o a una niña: ¿cómo crees que se siente esta flor? Seguramente, y por mi experiencia con niños de entre 3 y 12 años durante 12 años, la mayoría contestarían que siente que está sola, porque las demás han muerto y no tiene con quién hablar. 

Pero recordemos que la emoción también se educa y que la inteligencia emocional se va desarrollando con los años. Se supone que llegados a la edad adulta, nuestra mochila de vivencias y los modelos que hemos ido recibiendo a lo largo de nuestra vida han influido en la construcción de nuestras emociones. Pero claro está, puede ser para bien o para mal. Aunque aquí ya entraríamos en otros aspectos morales y éticos, que me interesan mucho también, pero que hoy no toca.

Continuamos con el probable discurso que me regalaría un niño al ver esa flor sola, que no tiene a nadie con quién hablar. Una flor que habla, sí. Para los niños las flores hablan, también el agua, los árboles, las ardillas, incluso una pelota. Pero esta flor no tiene con quién hablar. Curioso. Esa necesidad de hablar con alguien y no con uno mismo… ¿Por qué no enseñar a los peques a hablar con ellos mismos, con su interior, con su pequeño yo? Las emociones no sólo se aprenden con los demás. El mundo interior se enriquece de una manera sobrenatural, y luego siempre puedes compartirlo, si quieres, sacando lo mejor de ti, tu yo en esencia pura, una esencia madura que ha ido pasando un proceso de autorreflexión.

Aquí lo dejo por hoy. Espero haberos hecho pensar un poquitín sobre el tema y como siempre, me mantengo abierta al debate y a la discusión, ya sea conmigo misma o con vosotr@s.

Comentarios

  1. La soledad buscada es necesaria, disponer de tu momento, crecer internamente... quizás como en todo, un mal uso de ella, puede comportortar un problema. Suelo ver el vaso medio vacío, pero siempre intento rellenarlo rápidamente, y esos momentos de soledad, me ayudan a cambiar la visión del mismo.

    Feliz semana y a disfrutar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy toyalmente de acuerdo, muy necesaria y positiva. Pues es una virtud ver el vaso medio vacío y saber rellenarlo 🙃 un abrazo y perdona por haberte contestado al cabo de un año 😅 se me pasó! 🤦🏼‍♀️

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Estoy en Bloguers!