Emocionarse es posible antes de los 3

Después de unas entradas más prácticas, reflexivas, críticas e incluso artísticas, quería rescatar un material que utilicé durante un curso de Técnico en Educación Emocional, orientado más al ámbito escolar pero que necesitaba releer para entender qué pasa últimamente por la cabecita de mi pequeña, que acaba de hacer los dos años, la temida edad de las rabietas, o por lo menos su inicio. 

He de confesar que en nuestra casa empezaron ya hace unos meses; estos niños de hoy en día van adelantados en todo, o casi todo. Por eso, hoy me gustaría hablaros de algunos aspectos del desarrollo emocional en la primera infancia, hasta los 3 años aproximadamente.

Las emociones en los más peques 

Si pensamos en un recién nacido… A mí ya me queda un poco lejos. ¡Cómo pasa el tiempo! Seguro que te habrás dado cuenta, de que su expresión facial no siempre es la misma, sino que va variando: sonríe, hace cara de asco, también como si algo le molestara. Pero va cambiando, ¿en base a qué? Aquí los expertos difieren un poco unos de otros. Lo que sí es cierto es que, la expresión emocional de un recién nacido no responde siempre a un estímulo determinado. Por ejemplo, pueden sonreír durmiendo, o mostrar sorpresa tanto en situaciones más bien extrañas, como en otras más familiares para ellos. 

Así que, las configuraciones emocionales aparecen prematuramente, sí, pero estas señales no llegan a ser fiables, ya que no es que el recién nacido haya vivido una determinada emoción, ni se corresponda ésta con una situación estimulante concreta. 

Pero, ¿de dónde proviene la fuente más importante de emociones afectivas de un recién nacido? Evidentemente, de su mamá y/o de su papá. Yo creo que, incluso antes del momento apoteósico de la primera vez de piel con piel aún en el quirófano, ya en el período de gestación, las emociones están a flor de piel. Pero, esto último es de cosecha propia. Pienso que, si emocionalmente soy, no sólo una embarazada hormonada sino una especie de montaña rusa, algo debió percibir mi bichita desde el útero, y al decir percibir, ahí ya tienen cabida las emociones. Pero insisto, esto último, sólo esto último no tiene respaldo científico, al menos que yo haya consultado. Describo sensaciones y reflexiono en voz alta. Visto de dónde proviene el vínculo afectivo más importante de una personita de sólo unos días, es necesario decir que éste se consolida alrededor de los seis meses.

Para evitar rollos patateros, no irme por las ramas e ir directa al grano, si os parece paso a enumerar a continuación, algunas emociones básicas y otros aspectos relevantes, que van apareciendo a lo largo de la primera infancia relacionadas con su momento cronológico aproximado. Ya sabéis que la edad puede variar. Cada bebé es único y diferente.

He leído que…
  • Mediante el vínculo aparecen manifestaciones de satisfacción o alegría en respuesta a las atenciones y cuidados de sus cuidadores, surgiendo en el segundo mes la sonrisa social. 
  • El reconocimiento facial y en consecuencia la diferenciación de expresiones, se inician en el segundo mes de vida y a los pocos meses, ya son capaces de captar el tono afectivo de sus papás. Entre los 4 y 7 meses, ya pueden asociar las expresiones emocionales faciales con su significado emocional y responder pertinentemente a las muestras de afecto. Los bebes expresan lo que ven, por ejemplo ante expresiones de alegría agitan sus extremidades y fijan la mirada por más tiempo sobre la persona que le está transmitiendo esa emoción, en cambio ante expresiones de rabia, también expresaran la rabia facialmente e incluso permanecerán estáticos.
  • Las expresiones de angustia hacen su aparición entre el cuarto y séptimo mes, enfadándose y dirigiendo sus expresiones hacia la persona o el objeto que le ha causado el malestar.
  • El miedo casi no existe en los recién nacidos. Se incrementa hacia los 8 meses.
  • Las respuestas empáticas que pueda dar un bebé de pocos meses son meramente miméticas, por ejemplo cuando uno llora porque oye llorar a otro. A partir del año, cuando se desarrolla la auto consciencia, el niño o la niña puede empezar a manifestar conductas de consolación hacia otra persona que expresa tristeza. La empatía se va desarrollando con la adquisición del lenguaje hablado, que permite el acceso al juego simbólico. Con él pueden representar personajes imaginándose las emociones y reacciones de otras personas, basándose en su propia experiencia emocional. Todo esto facilita las habilidades sociales de relación interpersonal.
  • A partir de los 18 meses, los niños “hablan” sobre sus propios estados de ánimo y también respecto a las emociones de otras personas.
  • Emociones autoconscientes o sociomorales, como la vergüenza, el orgullo, la envidia, o la culpa, aparecen entre los 18 y 24 meses, junto al desarrollo de la consciencia de si mismo y el desarrollo del lenguaje y la interacción social. Aunque ojo, estas emociones autoconscientes pueden no darse hasta los 3 años, ya que requieren de la comprensión de las reglas y de los criterios para autoevaluar su propia conducta. Creo que este tipo de emociones son las que aparecen prematuramente, en el sentido, que necesitan madurar, y por eso las famosas rabietas, porque sienten pero no entienden lo que sienten. Tiene que ser duro. Nadie dijo que ser mamá o papá fuera fácil, pero tampoco niño o niña, no nos engañemos con mundos ideales. Debemos ayudar a madurar, guiar emocionalmente a nuestros hijos e hijas, pero siempre desde y para un mundo real, y nunca ideal.


Y, ¿cómo se supone que un infante va a poder regular, gestionar todo este sinfín de emociones? Pues sencillamente, no puede. Algunas estrategias las irá desarrollando, desde el cobijo de seguridad que le ofrecen mamá y papá y sobretodo haciendo uso de la observación; los niños nos están mirando continuamente, aunque no nos demos cuenta, y en esos momentos captan muchas de nuestras expresiones, asociadas a acciones, pensamientos, sentimientos y también emociones, claro. 

Los niños regulan su expresión emocional en función de la aceptación o rechazo por parte de quien los cuida. Así, para eso estamos los papis y las mamis, una vez más, para ayudarles a gestionar todo lo que llegan a sentir, que es mucho no, muchísimo. Por eso, siempre digo que la emoción también se educa. 

No lo olvidéis. Un niño emocionalmente “trabajado” se convierte en un adulto mucho más equilibrado, en todos los sentidos, porque las emociones abarcan mucho más de lo que imaginamos.

Comentarios

  1. Tu post me viene como anillo al dedo en mi momento personal. Eli está pasandp por esto mismo desde hace tiempo y en mis estudios tambie tengo asignaturas que nos hablan de las emociones de la expresio y comunicacion de los peques. Poco se habla de lo que sienten ellos. Y lo pasan mal. La mia por poner un ejemplo cuando no entiendo una palabra que dice se enfada muchisimo! Pero coge tal enfado que da miedo. Y la entiendo tanto! Pero regular esas explosiones me parece dificil. Lo bueno es q las entiendo y pongo empeño en saber gestionarlas. Cuanto me está dando estudiar! 😊 gracias por tu post!

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    1. Gracias a ti por participar, como siempre! Es muy complicado el mundo de las emociones en los peques porque como tú dices ellos lo pasan mal, pero debemos estar siempre ahí, guiándolos porque supuestamente nosotros ya hemos experimentado esqs emociones algunas vez y tenemos recursos que enseñarles y con nuestro día a día por supuesto, ellos hacen lo que ven, y así cómo gestionemos las nuestras, ellos gestionaran las suyas. Gracias guapa y ánimo, que nadie dijo que fuera fácil ser mamá!

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