Millennials Vs. Generación Z

El tema de hoy no era el programado o pensado inicialmente, sino que ha ido surgiendo. Os explico un poco el proceso para que entendáis de dónde viene. Hacía tiempo que paseaba por mi cabeza el tema jóvenes, esfuerzo y trabajo. 

Empecé a buscar informes, estadísticas, gráficos, información en definitiva, que me ayudara a entender la vida actual de un joven o una joven de entre 20 y 30 años. Pero la verdad es que no he sabido buscar bien, porque dudo que existan tan pocos datos sobre qué piensan los jóvenes. ¿Qué valoran en la vida? ¿Estudios? ¿Qué tipo de trabajo buscan? ¿Qué tipo de trabajo encuentran? ¿Cuál suele ser su actitud frente al trabajo? ¿Qué papel tiene el valor del esfuerzo? ¿Ocio? ¿Su objetivo principal en la vida? 

Creo que a parte de buscar horrorosamente mal, he querido abarcar demasiado para un solo post. El caso es que, leyendo artículos que iba encontrando por el arduo camino de una búsqueda que parecía infinita, me vi reflejada en varias afirmaciones, y aquí es cuando doy con el tema del título de hoy.

Según algunas fuentes, una servidora, nacida en el año 1980 pertenezco a la generación Millennial, también llamada Y o Peter Pan. Según otras fuentes, por edad pertenecería a la generación X, justo anterior a la mencionada anteriormente, valga la redundancia. No comparto nunca el hecho de generalizar o etiquetar a unos tantos, clasificarlos y encasillarlos, pero aun así, hoy os voy a hablar de cómo somos los Millennials. 

Puedo pertenecer o no a ellos, según a quién le preguntes, pero viendo las características de la G-X y la G-Y, no comparto nada o casi nada con la primera, y tampoco con la G-Z, que os presentaré después, así que de momento me quedo en la G-Y.

Millennials

¿Por qué Millennials? 
Porque entramos en la mayoría de edad cuando dimos paso al nuevo milenio. Somos Millennials los nacidos entre el 1980 y 1995, más de 8 millones en España según el Instituto Nacional de Estadística, y 1.700 millones en todo el mundo. Pertenecemos a la generación que sigue a los baby boomers (1946-1964) y a la G-X (1965-1979), que se criaron entre conflictos bélicos e inestabilidad económica. 

¿Por qué Peter Pan? 
Porque retrasamos etapas de la vida adulta, también el asunto laboral y en consecuencia la independencia de casa de papá y mamá. También dejamos pasar el tiempo, o ni siquiera damos paso al matrimonio. En esto último ha influido la tasa tan alta de divorcios en la generación de nuestros padres. 

¿Cómo somos los Millennials? 
Optimistas, muy listos (modestia aparte, no lo digo yo, eso dicen) y preparados académicamente (pecamos de titulitis: el 54% tiene un título universitario), críticos, exigentes, digitales, poco materialistas, comprometidos y participativos, viajeros, impacientes, malcriados y egocéntricos. ¡No veas, qué retahíla y qué traca final! 

Nacimos bajo el paraguas de la prosperidad económica, así que fuimos niños y niñas que crecimos en hogares seguros y de confort. Por eso, si hablamos de trabajo, éste lo vemos como un medio y no como un fin en sí mismo. Así pues, retrasamos nuestra entrada al mercado laboral de tipo estable. Estamos muy preparados, por eso no nos conformamos con un trabajo que nos de sólo de comer, además de eso nos tiene que gustar. A nuestros padres ya les bastaba con lo primero, ganar dinero y obtener un buen puesto en la empresa. Aspiramos a todo lo que han aspirado nuestros padres, pero superándolos. Nosotros preferimos no tener trabajo o crear el nuestro propio, a estar en uno que odiamos. 

Los Millennials pensamos que la sociedad está en deuda con nosotros. Creemos en un mundo mejor antes que en cualquier reconocimiento profesional. Vivimos en continuo descontento político y religioso, y confiamos menos en las personas, comparándonos con anteriores generaciones. Los Millennials nos criamos en los albores de la comunicación digital: internet, telefonía móvil y redes sociales. Aún me acuerdo de los inicios, cada vez que conectaba a internet en casa, ese ruidillo que me delataba y no podía conectarme de estrangis, y entonces tenía que recurrir a los cibers, ¡qué época aquella!, los chats en La Netro o en ICQ, o esos móviles Nokia 5110 o los que llevaban tapa que entonces eran moda, como el Sony Z600. Todo era muy nuevo y nosotros éramos los únicos que teníamos la capacidad y la habilidad para hacer funcionar todas esas novedades, ante y antes que nuestros familiares y amigos más mayores. 

Ahora, vivimos atrapados entre lo viejo y lo nuevo. Por ejemplo, compramos entradas de cine por internet, pero después las imprimimos en papel. Y por último, aunque aquí no acabaría la info, porque me doy cuenta que estos temas dan para mucho más que un post, me ha llamado la atención que el 80% de los jóvenes, ya no tan jóvenes de esta generación, opinan que debería estar permitido ir más casual a trabajar, con jeans por ejemplo, no como sus progenitores, que defendían el traje y el look más ejecutivo, para aparentar o por el que dirán igual. 

¡Ups! Y me dejaba el tema banca online. Los Millennials manejamos nuestros asuntos de dinero online, ¡cómo no! La cartilla quedó en desuso, por fin. O igual hay quien la usa, no sé…, me refiero a gente muy mayor.


G-Z

Según la fuente, algunos etiquetan el final de esta generación en los nacidos hasta el 2005, otros hasta el 2010, otros incluso no indican fecha final, o sea que mi hija pertenecería a ésta, según estos últimos. Debe ser que hasta que no aparezca una nueva generación, no acotan la anterior, digo yo. En lo que parece no hay duda es el año de inicio: 1995. Así que, a priori hablamos de jóvenes de entre 12 y 23 años, aproximadamente. 

Bullying, redes sociales, aumento del consumo de alcohol y drogas, grooming, violencia de género, aumento de la tasa de suicidios y autolesiones, son algunos de los aspectos que salen relacionados con esta nueva generación, cuando buscas sobre ella en la red. 

Pero, ¿cómo son los jóvenes pertenecientes a esta generación? Autodidactas, emprendedores, desconfiados de las estructuras tradicionales, visuales, no leen, muy activos (se distraen cada 8 segundos en algo nuevo, un 11% tiene diagnosticado un TDA Trastorno Déficit de Atención), altruistas por naturaleza, preocupados por la conservación del medio ambiente y seres con expectativas muy muy altas. 

La generación Z ven el uso de la tecnología como una virtud y optan por la comunicación virtual en detrimento del contacto personal. Esto les genera problemas de sociabilización, son más solitarios e individualistas. Hacen un uso desmesurado de las redes sociales, y además lo hacen despreocupándose de la privacidad. Los adolescentes se encuentran actualmente en un lugar mucho más vulnerable que en el pasado. La instantaneidad de internet los vuelve seres extremadamente impacientes. Viven su aquí y ahora. Lo quiero, lo tengo. Buscan el placer permanentemente, además hay que probarlo todo, sino te quedas fuera. Las redes sociales potencian la necesidad de reconocimiento. 

En el mundo posmoderno se privilegia el individualismo por encima de las construcciones colectivas. Promueve también relaciones efímeras y el disfrute inmediato. Menudo tostón, perdón.


Como veis, hay varios puntos en común, pero conceptualmente pienso que hay aspectos que marcan diferencias de manera notoria. Las situaciones sociales y económicas que han vivido unos y otros son muy distintas, así pues la mentalidad de vida y los objetivos principales que persiguen unos y otros, se parecen más bien poco. 

Unos dominan la tecnología con dos pantallas a la vez, pero es que los otros son nativos digitales, controlan hasta cinco pantallas a la vez. Unos piensan en 3D, mientras que los otros ya están en el 4D. Unos se comunican a través del texto, otros con las imágenes. Los de antes comparten cosas, los de ahora las crean. Unos prefieren ser descubiertos, mientras que otros trabajan para triunfar. Los Millennials tienen problemas para salir de casa, los Z’s entienden el valor de la independencia y lo persiguen antes que los Peter Pan’s. 

¿Y tú? ¿A qué generación perteneces? ¿Te has visto reflejada en la primera? ¿O igual reconoces a tus hijos en la segunda? Es curioso por eso, ver qué es lo que nos mueve según la época histórica en la que hemos crecido, en la que hemos desarrollado nuestro criterio como persona y nuestra filosofía de vida, al fin y al cabo. 

Deseosa estoy de ver cómo serán las siguientes generaciones. Aunque no tanto de que pase el tiempo, claro. ¿A qué generación pertenecerá mi hija, nacida en el 2015? Una vez el abecedario está finiquitado, ¿a qué letra nos vamos? ¿Alfa? ¿Beta? ¿Omega? 

Sea la que sea, espero para mi hija un futuro lleno de motivaciones personales y profesionales, de crecimiento personal y de amor y respeto a sí misma y al prójimo. Pero lo que yo espero, igual no es lo que sucede, ni tan siquiera lo que nuestros hijos perseguirán en su gran momento de esplendor.

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