¿Quién llama a la puerta? ¡Ah!, es el amor...



Siguiendo el hilo de mis anteriores entradas, hoy me hubiera gustado crear una nueva infografía para tratar el tema del amor, desde los diferentes pensamientos que ha habido a lo largo de la historia acerca de él, tomando de referencia las opiniones de renombrados filósofos. 

El tema es que, después de leer y documentarme, creo que todavía no estoy preparada para afrontar un post de este tipo. Sinceramente, no sé por dónde cogerlo; igual debo cumplir años, adquirir más conocimiento, vivir más experiencias, en definitiva hacerme más sabia para poder hablaros de él en toda su esencia, con el rigor que merece, el amor. Pero no por ello desisto. 

Al final la idea sale dónde menos te la esperas. He ido a la biblioteca con mi hija, a la sección infantil. Ha habido un cuento que me ha llamado la atención, su portada, claro: “Quan un elefant s’enamora” / Cuando un elefante se enamora. El título original está en italiano. Supongo que estará disponible también en español. La editorial del libro es Barcanova, por si os interesa, para que os sea más fácil encontrarlo. He convencido a mi hija para llevárnoslo a casa; no ha sido muy difícil, todo hay que decirlo. 

Y ahora, lo estoy contemplando y me pregunto: ¿por qué un elefante? No lo sé, pero tampoco me preocupa demasiado. Debe ser por eso de que el elefante es de piel gruesa, dura, y el amor es algo delicado, y los contrastes atraen más. 

El caso es que, algunas de las frases que hay en su interior son tal cual, como la vida misma. A ver qué os parecen.

“Cuando un elefante se enamora…

            …hace lo que sea para llamar la atención.
            …se esconde cuando la ve pasar.
            …se baña cada día.
            …empieza a hacer régimen, pero de noche se levanta y come pastel.
            …le cuesta decidirse con la ropa.
            …escribe largas cartas que no envía nunca.
            …pasa horas mirando las nubes y pensando.
            …coge flores, las deja en su puerta, pica al timbre y marcha corriendo.
            …a veces está un poco triste.

Pero un día, llaman a la puerta. ¿Quién es?... No hay nadie… Y esto, ¿qué es?
¡Ah!, es el amor…”

Llegados a este punto, analicemos. Ya sabéis que eso me encanta, analizar y comentar, que no criticar, cuestionarme cosas y compartirlas con vosotr@s.

Llamar la atención, como diciendo ¡eh!, aquí estoy, existo, mírame, al igual que te miro yo, me interesas, correspóndeme. Así, en el amor hay un poco de afán de reconocimiento, de hacer visible nuestra persona ante aquel o aquella que nos gusta. También hay un poco bastante de exigencia.

Pero a la vez me escondo. Quiero, pero me da vergüenza. ¿Miedo al rechazo, tal vez? Igual no soy lo que espera. Quiero gustarle, como me gusta él o ella a mí. Desgraciada o afortunadamente, depende cómo se mire, no siempre es así, como yo quiero. De incerteza está lleno el amor, también de incompatibilidades, de rechazos, y muy de vez en cuando, de flechazos.

Me acicalo más que nunca. Quiero que vea lo mejor de mí. Lo primero que se ve es el físico. Después ya me conocerá por dentro, eso que llaman interior, pero lo que entra por los ojos debe ser perfecto, para atraerl@. Así pues, belleza y amor van de la mano, como afirmaban en la antigua Grecia los grandes pensadores. Si al final salen mis amigos los filósofos, claro que sí.

Para estar guap@ por fuera moderaré mis comidas. Pero, ¿qué pasa de noche? ¿Será que todo el mundo duerme? ¿Qué las neveras nos llaman en sueños? ¿A quién queremos engañar? De ahí no deducimos que el amor sea un engaño. Bueno, a veces sí, pero ni la nevera, ni la comida, ni los elefantes tienen la culpa.

¿Qué me quedará mejor? ¿El pantalón rojo o el verde? ¿Me pongo gafas para parecer un intelectual o creerá que soy demasiado aburrido porque leo mucho? ¡Mira que llegamos a pensar tonterías cuando estamos enamorados! Y es que el amor tiene un poco de estupidez, en el sentido más tierno de la palabra.

Y escribir para nada. Bueno sí, para expresar lo que siento, aunque ella o él no lo lea. Sacar la explosión de sentimientos que llevo dentro. “Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles.”[1]

Embobarse, pensar en nada en concreto, ser feliz porque sí, ensimismarse. El amor es pensativo, absorto, reflexivo, contemplativo. ¿Más? Abstraído. Me gusta jugar a los sinónimos de vez en cuando.

Por fin me animo a dar el paso. Pienso en ella o en él cuando recojo flores en el campo. Se las llevo, pico al timbre de su puerta y se las dejo, escapando raudo y veloz. No estoy preparad@ para dar el paso completo. ¿Qué me falta? Decisión, valentía, arriesgar, despojarme de ese miedo que no me permite avanzar, como en tantas otras cosas de la vida.

Las canciones de amor son tristes por naturaleza. Casi siempre se ha plasmado en las letras el desamor, el engaño, todo aquello negativo que también envuelve a este sentimiento, tan difícil pero tan vivo.

Parecerá un tanto surrealista haber partido de un cuento infantil, para plasmar ideas acerca de una emoción tan grande, pero a la vez tan compleja como el amor, pero me ha parecido que, cada una de las afirmaciones del cuento, escondía en realidad mucha realidad, valga la redundancia. Es por eso que he querido compartirlo con tod@s vosotr@s, para hacer un poco de reflexión sobre ello y como siempre que puedo en el blog, dar valor a algo que vivimos día sí día también, de una manera u otra, porque el amor se manifiesta de muchas maneras, en muchos lugares y con gente muy distinta, que te atrapa. Y ya sabéis, aparece cuando menos te lo esperas.




[1] Punset, E., Bisquerra, R. y PalauGea (2017). Universo de emociones. 3ª edición. Valencia: PalauGea Comunicación S.L.

Comentarios

  1. Me parece muy bien traído el tema del amor a partir de un cuento. La literatura rebosa sentimientos en cualquiera de sus facetas. Feliz San Valentín, Silvia! Un abrazo fuerte 😘

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    1. Son geniales los cuentos para todo Pilar. Este lo encontré de casualidad y la verdad, me encantó. Feliz San Valentín a ti también, bonita! Un abrazo fuerte!!

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