Inteligencia emocional en casa

Esta vez, me gustaría compartir con vosotros una serie de actividades para desarrollar la inteligencia emocional de vuestros niños y niñas en vuestra propia casa. Me parece realmente un tesoro poder disponer de recursos y estrategias, en modo de juego para contribuir en el bienestar emocional, personal y social de nuestros peques. 

Conciencia emocional

¿Cómo se sienten nuestros hijos? Para ello es necesario ayudarles a conectar con ellos mismos. Esta propuesta es sencilla y entretenida: dibujar con ellos caras que expresen diferentes emociones, como tristeza, alegría, miedo, sorpresa, enfado, etc. Y luego, cada día enganchar en un espacio previamente adaptado, cada carita según cómo se sienta y explicar oralmente el porqué; podéis guardar espacio también para papá y mamá u otros hermanitos; a ellos también les gusta saber cómo se sienten los demás y por qué. 

Se puede complementar el juego con un espejo justo al lado, y poder imitar la cara escogida o la emoción que se siente en ese momento, o después de algún enfado que haya ocurrido anteriormente o durante el día.

Regulación emocional

Todos sabemos de la influencia de la música en las emociones. De hecho, os hablé sobre ella aquí. 

Una actividad interesante y que he aplicado recientemente en un taller de música en la escuela es la siguiente: seleccionar una serie de fragmentos de carácter bien diferenciado, y a los que a priori se les pueda asociar una emoción en concreto; aunque ya os digo que por experiencia, todo es subjetivo en esta vida y lo que a mí me puede parecer que expresa o me transmite, por ejemplo miedo a otra persona puede transmitirle ira, incluso me he encontrado casos en los que me transmitía profunda tristeza, y un crío me contestó que a él, alegría; según el mundo interior de cada uno y el significado que tiene para él cada emoción en ese momento de su vida, deberemos ir ayudándoles a conocerse más ellos mismos y sus propias emociones. 

Así pues, una vez seleccionados los fragmentos, se dedica casi un minuto a escuchar cada uno, y entre pieza y pieza hay un feedback: Qué te ha transmitido? Qué te ha hecho sentir? En qué ocasiones has sentido ………. (lo que le haya transmitido)? 

Cuántos más participantes seamos muchos mejor, más enriquecimiento para los peques.

Fomentar emociones positivas

Aquí seguro que se os ocurren mil y una actividades: cantar, bailar, jugar juntos, …, actividades que los ayuden a abrirse, a proporcionarles confianza, sin miedo a ser juzgados. Y algo muy positivo, que parece muy obvio pero que a menudo se nos puedo olvidar es mantener el contacto físico: besos, caricias, abrazos, … que se sientan queridos, ¡es tan importante! 

Durante este curso he tenido una universitaria de Erasmus Plus en prácticas en mi aula de música, y cuando vio el feeling entre alumnos y profes alucinó bastante: “En las escuelas de Reino Unido no podemos tocar a los alumnos. De hacerlo, estaríamos metidos en un gran problema”. Eso me dijo. Nada nuevo. Es conocida la relación maestro-alumno por aquellas tierras. 

Pienso personalmente y está demostradísimo, que aprendizaje y emoción van de la mano, y en las emociones juegan un papel importante los sujetos que rodean ese aprendizaje; la emoción intrínseca en el contenido o metodología, no basta.

La caja de los afectos

Ligado con el apartado anterior, encontré esta propuesta que me resultó de lo más interesante, incluso con los más peques. Se trata de disponer de una caja bien chula y atractiva, dorada por ejemplo a la que llamaremos “la caja de los afectos”. En ella depositaremos toda una serie de objetos, escritos, imágenes, fotografías, …, que expresen diferentes maneras de mostrar afecto. 

Nos ayudará a desplegar estrategias de relación y aproximación hacia uno mismo y hacia los demás, usando el lenguaje verbal o no verbal, potenciando así el autoestima de los pequeños. 

Sólo se abrirá en caso de que alguien necesite recibir muestras de afecto, cariño o estimación para sentirse mejor.

Enfado

Es importante también trabajar este apartado. Cuando alguien se enfade o después, si es el caso de mejor hablar en frío que en caliente, sería conveniente dar respuesta a estas preguntas o completar las frases que os escribo a continuación:

-      ¿Cuándo me suelo enfadar con los demás?
-      ¿Qué le sucede a mi cuerpo cuando me enfado?
-      Cuando los demás me muestran su enfado, me siento…
-      Cuando me enfado…

Y hasta aquí mi recopilación de actividades para trabajar la inteligencia emocional en casa con los peques. Podría haberos hablado de manera más teórica sobre el tema, pero he creído que con la práctica se entiende todo más rápido y mejor. 

Por supuesto, podéis leer sobre ello en la fuente que os dejo más abajo, que es de dónde he sacado la mayoría de ejemplos, que después os he desarrollado con mi lenguaje de a pie. 

¡Espero haberos ayudado un poquitín!

Fuente: ¿Cómo educar las emociones? La inteligencia emocional en la infancia y la adolescencia. Cuadernos Faros. Hospital Sant Joan de Déu.

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