Abraza, y sé feliz

No sé si os sucede como a mí, pero cada vez que veo a dos personas abrazarse en la calle, sea porque no se veían hace tiempo, porque son amigos o pareja, abrazos de consuelo, sea por lo que sea, los abrazos me emocionan. No es que me entren ganas de llorar, tampoco hasta ese extremo, aunque casi; despiertan en mí un sentimiento muy positivo, súper agradable y lleno de una especie de empatía placentera. Y ya no os digo cuando soy yo la protagonista.

En la RAE se define “abrazar”, en la acepción que nos ocupa hoy, así: “ceñir con los brazos” o “estrechar entre los brazos en señal de cariño”. Esta me gusta más, la segunda. El cariño es la clave. Estamos todos de acuerdo, ¿no? Pero, profundicemos un poco más en este verbo y veamos qué parte científica y emocional envuelve este vocablo tan y tan bonito.

Oxitocina:hormona, que sólo leerla me recuerda al parto.
Serotonina y Dopamina:neurotransmisores.

Todo esto segrega y libera nuestro cuerpo al abrazarnos. ¿Y qué produce esta liberación en nosotr@s? Bienestar, plenitud, equilibrio, seguridad, armonía, …, felicidad al fin y al cabo.

“Se dice que cada vez que abrazamos a alguien con gusto, ganamos un día de vida”.

Paulo Coelho

Me hace mucha gracia lo de “con gusto”. ¿Qué pasa? ¿Hay abrazos falsos? Siiii. O, igual se refiere a aquellas veces que dices: ¡qué a gusto me he quedado! Será eso, sí…

La verdad, es que siempre he pensado lo mismo que Paulo. De hecho, sigo pensando que todas aquellas cosas que nos proporcionan bienestar y nos hacen sentir plenos, felices de verdad, por supuesto alargan la vida, como el reír.

La verdad es que en el post de hoy no pretendo hacer ninguna apología del abrazo. Seré muy breve. Solamente recordar que está ahí, como otra manera de comunicación. Comunicarse abrazándose, sin hablar, sin mirarse, solamente sintiéndose, tocándose, oliéndose,… es algo realmente poderoso. Que nos acordemos de abrazarnos, de darnos afecto, de hacer sentir mejor a los demás, a nosotros mismos. Que se pare el tiempo en los abrazos. Tiempo. Olvidarse de él hoy en día es tan poderoso también…

Y ahora os toca a vosotr@s, claro. ¿Recordáis la última vez que disteis un abrazo?¿U os lo dieron, quizás? ¿A qué compararíais lo que sentís con un abrazo? ¿Os acordáis de aquella campaña de “abrazos gratis” por el mundo? ¿Les hubierais dado un abrazo? Yo sí, sin dudarlo. 

Estoy pensando… casi es más potente un abrazo que un beso. Claro que el beso también se puede alargar, depende a quién se lo des, pero los abrazos largos no tienen límite en cuanto a destinatario. Nada, nada. Que hay que abrazarse más en esta vida. ¡No lo olvidéis! 

¡Un abrazo amig@s!


En tu abrazo yo abrazo lo que existe, 
la arena, el tiempo, el árbol de la lluvia, 
y todo vive para que yo viva: 
sin ir tan lejos puedo verlo todo: 
veo en tu vida todo lo viviente.

Pablo Neruda

Comentarios

  1. Completamente de acuerdo Silvia! Los abrazos lo curan todo, lo pueden todo y son el todo. Más vale un abrazo que mil palabras.

    Un fuerte abrazo!

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    1. Es que el sentir lo es todo, y con un abrazo se expresa y se siente tanto a la vez!. Muchísimas gracias por comentar y estar siempre ahí, Bibiana! Un abrazo fuerte!

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  2. Siempre que podamos debemos mostrar el cariño que le tenemos a esa persona, un beso, un abrazo...no tenemos que reprimirnos, debemos hacerlo hoy, porque mañana puede ser tarde.

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    1. Muy buena reflexión Manu. Te agradezco muchísimo tu comentario. La felicidad está en el día a día, en los pequeños gestos y detalles, hace falta sentir más para sentirnos plenos y felices a diario, nada de esperar a que llegue la felicidad, ya está con nosotros si queremos, sólo hace falta quererla y quererlas, a las personas. Un abrazo fuerte!

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