Mami, un cuento "de la boca"


Voy a seros sincera. Me cuesta una barbaridad conseguir que la peque se duerma, y ayer fue una de esas noches que ya no sabía qué más hacer. Las rutinas las llevamos a raja tabla. El problema viene una vez en la cama, que sólo quiere que le lea cuentos y más cuentos, o bien se pone a hablar con los peluches, como jugando con ellos. 

El tema es que ayer, después de no sé cuántos cuentos, ella ya estaba en plan: pobre mamá, está cansada y yo sigo sin poder dormir, aunque tengo mucho sueño. Os lo prometo. Todo eso pude leer en su mirada. ¿A quién se le ocurrió el plan B? A ella, por supuesto. Me miró a los ojos ya más cerrados que abiertos, los míos digo, y me preguntó: ¿me lees un cuento de tu boca? Ese de “tu boca” me ganó, y sí, me volví a inventar un cuento, como tantas otras veces, pero ésta fue diferente. 

Fui improvisando, y junto al cansancio del día y las ganas tremendas de dormir que tenía yo también, resultó una versión de caperucita, sin quererlo, de lo más bonita. No lo digo yo. Lo dijo mi peque al final del cuento, cuando me sonrió como hacía tiempo que no lo hacía, como diciendo, mamá qué pedazo de cuento te has marcado, mucho mejor que el de los libros que me lees cada noche. Y en menos de un minuto, ya dormía. Repito: no me las doy de nada, es que esa sonrisa suya de felicidad después de “colorín colorado…” fue bestial! De hecho, ahora ha entrado en una dinámica, que sólo quiere cuentos de mi boca.

Y sí, claro, quería compartir con tod@s vosotr@s la historia contada, que jamás fue escrita; hoy la plasmaré para no olvidarme de ella, por si un día tengo que volver a explicarla, aunque dudo que tenga la magia de la primera vez. 


Después de crear todas las expectativas del mundo mundial, os dejo sin cuento. Sí, como estáis leyendo. Os cuento lo que me pasó. Este post lo empecé a escribir durante el mes de julio, en vacaciones, que es cuando ocurrió, y sí, quiero llorar, porque fui dejando pasar los días, embriagada por el relax del veranito y olvidé escribir el cuento. Perdonadme. Recuerdo que el final era un baile todos juntos, lobo, Caperucita y abuela, y eso es lo que sorprendió a mi peque, acostumbrada a que todos le contáramos siempre la versión más tradicional.

Aunque finalmente no haya compartido con vosotros el magnífico cuento, modestia a parte, con este post quería manifestaros lo negada que era yo para la invención de cuentos, y lo que me está ayudando mi preciosidad a desarrollar mi creatividad a la hora de crear cuentos de la nada y expresarlos oralmente, de manera que le enganchen. Cuánto nos enseñan estos renacuajos, cuando pensábamos que ya teníamos tanto aprendido en la vida, y va y suceden cosas así.

Luego, por otro lado, ese interés brutal que tiene porque le lea y ahora por que le cuente cuentos de mi boca, hace que vaya incorporando una de expresiones, que me quedo parada. Al cabo de unos días me la veo subida en un taburete haciendo ver que explica un cuento, con mis expresiones “y de repente…”, "entonces fue cuando..." y con una entonación, que alucino. 

Por favor, llamamiento: aprovechad desde bien peques su capacidad, son esponjas, exprimirlos, por favor, no penséis que porque sean muy pequeños, uy pobrecitos, no saben hacer según que cosas. Dadles la oportunidad, os sorprenderéis.

¿Qué tal vosotr@s inventando cuentos? ¿Combináis libros físico con inventados? ¿Versionáis cuentos clásicos? Yo ahora mismo estoy en un momento de invención dónde sólo quiere como protagonista a Peppa Pig, y la verdad es que se me está acabando el poder de inventiva en torno a la cerdita, están resultando unas historias de lo más surrealistas. Contadme si queréis vuestras experiencias con vuestros peques.

¡Un abrazo y mil gracias por estar ahí!


Comentarios

  1. Jo, ¿y el cuento de Caperucita?

    Me ha encantado tu entrada, en parte porque me siento tan identificada... He intentado redactar 'chorrocientosmil' cuentos (de los de "boca de mamá") Y no sé si fruto del cansancio, o que de por sí ya soy olvidadiza... Solo recordaba fragmentos.
    Nada que ver, desde luego, con la retentiva que tienen nuestros pequeños. Yo también me quedo alucinada cuando escucho al mío, con dos años y medio.
    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Podríamos hacer una recogida de cuentos improvisados e inventados entre nosotras, saldría un compendio que no veas! Son unos cracks estos peques, hay que aprovechar al máximo este poder que tienen de absorción! Gracias por comentar! Un abrazo fuerte!

      Eliminar
  2. Yo soy más de canciones. Pillo alguna canción conocida y le pongo una letra de lo más chorra y nos reímos y disfrutamos todos. El problema? Que luego quieren que las repita...y como me las invento sobre la marcha...pues jamás las recuerdo 😊

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si si, yo con las canciones hago igual, y no sé si es por eso que ella desde hace tiempo se inventa letras con melodías conocidas, me parece fascinante todo este mundo de la creatividad que les sale de manera natural. A mí también se me olvidan como a ti, pero esa es la gracia también, así te obliga a crear más y más de nuevas jajaja un beso guapa y gracias por comentar!!

      Eliminar
  3. Jajajaja, creo que todos los que hemos leído el post nos ha pasado como a tu peque, nos quedamos estupefactos por el giro de 180º que nadie se veía venir :P. Creo que como todo en esta vida, es cuestión de ponerse, si tu inspiración para hacerlo en este caso fue hacer feliz a tu hija, seguro que fue el mejor cuento que te podías inventar y dejaste de ser negada para siempre a la hora de contar cuentos. Todo es ponerse en esta vida para conseguir, no digo dominar, pero si hacer medianamente bien cosas que nunca creerías, solo que nos falta ese liev motiv. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por qué son tan enriquecedores tus comentarios siempre? Me lo explicas?? Jajjaa en serio, envidio esa capacidad de reflexión rápida y de “dar en el clavo”. Yo convencida de que superaba mi poca habilidad para explicar cuentos sólo con el objetivo de hacer que mi niña durmiera de una puñetera vez y poder dormir yo, y resulta que claro, en realidad lo hago para hacerla feliz, totalmente cierto, qué pena no haber descrito ese gran propósito en el post. Es verdad que papás y mamás hacemos lo imposible para verlos felices. Mil gracias por tu comentario Eduardo. Haces ver las cosas de otra manera, y eso enriquece el blog; te lo agradezco un montón, de verdad. Un abrazo fuerte!

      Eliminar
  4. Me ha encantado!😄 Nosotras también tuvimos una temporada que leíamos un cuesto y cuando apagaba la luz me pedía que le contase una historia. La protagonista siempre era ella. Pero, últimamente, ya no me pide que le cuente historias. Una pena!!!😥 Un besazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, eso debe ir a épocas no? Woww la prota que chuli, le debían encantar!! Gracias por comentar preciosa!!!

      Eliminar
  5. Jaja me ha encantado! Lo que más fue el giro de suspence de no contar el cuento. Y la expresión "cuentos de tu boca" me ha enamorado 💘 un abrazo! 🐾

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Rosa! La expresión es de la peque... son geniales estos peques. El giro tuve que darlo, es lo que tiene empezar un post, dejarlo a medias y olvidar escribirlo, qué desastre soy! Me alegro que te haya gustado, un abrazo! 😘

      Eliminar

Publicar un comentario

¡Estoy en Bloguers!