Ella sabía que me encantaría, por eso me lo
hizo llegar a casa, mi querida M.G. Aranguren, dedicado y todo, ¡qué más podía
pedir! Hoy os vengo a hablar de este tesoro, que tengo ya entre mis manos hace
unos meses: El éxodo de Amanda.
Cada movimiento que hice con el libro después
de sacarlo del sobre fue increíble: portada preciosa con mi querida Toscana de
escenario, dedicatoria profunda y escrita desde el corazón y la novela
romántica, que no pastelosa que la seguía a continuación; la cosa prometía, ¡y
mucho! Por cierto, también mi querida ciudad natal, Barcelona es escenario principal en la novela.
Novela romántica, pero no pastelosa
Reconozco que mi persona tiene bastante de
romántica, pero no en el sentido más pasteloso del término, sino de añoranza de
tiempos pasados inolvidables, de acudir al recuerdo de vez en cuando y de
anhelar momentos espléndidos.
Eso, entre otros muchos temas encontraréis, en las más de
200 páginas de la novela. Por eso digo que, está catalogada en la categoría de
romántica, pero lo que podréis disfrutar de esta obra es precisamente esa introspección
que hace la protagonista, esa búsqueda en sí misma, para liberarse de ciertas
ataduras emocionales del pasado. En "El éxodo de Amanda" encontraréis también suspense, aventura, intriga y superación.
Temas que tocan la fibra
Sabéis que no me gusta desvelar nada o casi
nada de la trama en las reseñas, pero sí quisiera haceros saber algunos de los
temas que van apareciendo en “El éxodo de Amanda”, temas trascendentales, como:
el feminismo y el empoderamiento, la homosexualidad, la crisis económica, la
muerte, el amor que ha caído en la rutina, la discapacidad, el poder emocional del
pasado, …
M.G. Aranguren ha sabido tratarlos con una
sensibilidad admirable.
Sensibilidad
De otras obras que he leído de la autora, como
Miradas y El bosque de los hombres olvidados, siempre me ha llamado la atención
el delicado trato que hace la escritora de las relaciones humanas. La
sensibilidad no abunda demasiado hoy en día y encontrar a alguien que la
refleja de esta manera tan cuidadosa, con tanto mimo en su novela, en sus
personajes, sus relaciones, los detalles, situaciones complicadas
emocionalmente hablando, es de agradecer.
A mí personalmente, este tipo de recursos
utilizados me ganan, hacen meterme de lleno en la historia, llevar mi nivel de
empatía a límites insospechados y al final, disfrutar y casi vivir con la misma
intensidad que los diferentes personajes que van apareciendo.
Intensidad
No es una obra plana o uniforme, en absoluto.
El hecho de que se vayan haciendo pequeños viajes al pasado (de hecho, la
autora va intercalando capítulos del 1965 y del 2010), no significa que se
expliquen los recuerdos de Amanda sin más. Suceden muchas cosas, tanto en el
pasado como en el presente, y M.G. Aranguren va relacionando ambos tiempos, de
manera espectacular.
Por lo tanto, el nivel de intensidad lectora y
en los propios sucesos existe. De hecho, durante mi lectura llegué a llorar en
un diálogo en concreto, más o menos largo y súper potente a nivel emocional. No
es que me sintiera identificada con ninguna de las interlocutoras en concreto,
pero sí que la intensidad de lo que se decían y cómo se lo decían me hizo, de
un salto, situarme en medio de aquella conversación.
Y como ya sabéis, mi lema gira en torno a
poder emocionarnos con las pequeñas cosas que nos ofrece la vida, y le estoy
muy agradecida a la escritora por haberlo logrado mediante su novela.
Final sorprendente
Me estoy mordiendo la lengua, porque quisiera
daros a conocer más sobre “El éxodo de Amanda”, pero me gustaría que lo
descubrierais vosotr@s mism@s.
Sí deciros, que el final es un giro
inesperado, que no lo ves venir para nada. Así que, una maravilla: un libro que
emociona y que sorprende. ¡No os lo perdáis!
Lo tenéis disponible para compra en Amazon, así como una muestra gratuita!
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¡Muchas gracias familia!
¡Nos leemos el próximo lunes!
Querida Silvia. Quiero dejar constancia por aquí de mi reconocimiento hacia toda la labor que a través de Emocionarte has desempeñado. Nos has acompañado, enseñado, divertido, despertado las conciencias, asombrado, ilusionado, comprometido... No es fácil llevar un blog y dotarlo de un contenido tan amplio y tan atractivo como este, además del esfuerzo que ese hecho conlleva, lo sé. Me causa algo de dolor saber que es el fin de una etapa, pero ese dolor queda solapado por la alegría de que los capítulos, las historias terminan para dejar paso a otras nuevas, sean las que sean, y me ilusiona saber que todo aquello que emprendas o hagas en tu vida, siempre, siempre llevará tu sello, tu marca, tu esencia. Termino por decir que, a todo lo expuesto, debo añadir el grandísimo honor que me brindas al aparecer nuevamente en tu blog y, además, con un análisis de El éxodo de Amanda que hace que todo lo que hay detrás de su escritura haya merecido la pena, son los lectores como tú los que le dan sentido a continuar en un camino que no resulta exento de riesgos, de tropiezos, de dudas, gracias por tu aporte, porque eso le da validez al amor que uno pone en cada letra que escribe, con todo lo que dar amor supone: descargar la adrenalina que te hace subir a lo más alto y perder también una parte de ti en el recorrido, porque amar es compartir y ceder, es admirar y querer, pero también supone el desgaste de apoyar y sostener cuando uno siente que no puedes más. ¡Gracias, Silvia! Hasta el infinito...
ResponderEliminarM.G. Aranguren
Me parece muy elegante y que dice mucho de tu persona que antes hagas referencia a mi blog y luego a tu libro. Yo ya te voy conociendo, pero quien aún no, que sepa que no solo eres buena escritora sino bellísima persona. Agradezco mucho tus palabras, que EmocionArte haya cumplido tus expectativas y que me valores hasta los proyectos que están por llegar. Gracias por tu confianza y apoyo. Gracias por estar ahí 😘
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